El número de infecciones hospitalarias registra un aumento de 19% hasta el 01 de junio de 2019. Se trata de las infecciones asociadas a la atención sanitaria y aquellas que contrae el paciente durante su tratamiento en un hospital.
Es difícil justificar que con los avances que se han producido en cuanto a sistemas de higienización hospitalaria tengamos que soportar este crecimiento injustificable fruto solo de la negligencia, no solo de los hospitales sino también de las empresas subcontratadas que prestan servicios de limpieza e higienización en los mismos.
Los pliegos de condiciones y licitaciones de los hospitales deberían incluir la obligatoriedad por parte de la empresa de servicios, de aplicar en cada momento los avances tecnológicos que influyan en mayores niveles de higiene y que casi siempre son coincidente con sistemas que a la vez aportan menor cansancio para el operario, mayor productividad, mayor eficiencia y que casi en ningún caso significan un incremento de coste.
Consideramos negligente el comentario de que “tengo contrato para 4 años” y es mascómodo hacer lo que veníahaciendo que implementar mejoras. Igual de negligente la falta de exigencia por parte del hospital de aplicar dichas mejoras.
Las infecciones hospitalarias causan una mayor resistencia a los microorganismos a los antibióticos, un encarecimiento de costes muy considerable en la atención médica, molestas para los pacientes y sus familias, discapacidad a largo plazo, prolongación de estancias en el hospital, elevados costes adicionales para el sistema de salud así como muertes innecesarias.
Alguien tiene que tomar decisiones para que este incremento revierta en una disminución, deberían ser los propios hospitales y también las empresas de limpieza que sugieran al propio hospital la introducción de estas mejoras. Esta es precisamente el fundamento de la subcontratación de servicios, contratamos a especialistas para que en cada momento aporten las soluciones más idóneas y más avanzadas. Lo contrario sería prostituir la esencia de la subcontratación. En caso contrario, deberían ser los pacientes los que se rebelen contra esta situación.