El COVID-19 ha afectado negativamente o podríamos decir catastróficamente a nivel mundial, pero hay que reconocer que ha presentado oportunidades a las empresas de limpieza, algunas se han tenido que reinventar, han surgido desafíos, hay una demanda muy superior de servicios, de una ampliación de las frecuencias y la exigencia por parte de los clientes de una limpieza y desinfección más exhaustivas.
También ha exigido empleados mejor preparados, con capacitaciones expresas sobre técnicas de desinfección.
En las últimas semanas hemos visto empresas de limpieza de todo tamaño tratando de reclutar personal para cubrir la carga de trabajo.Las empresas prestadoras de servicios han podido renegociar los servicios y llegar a mejores acuerdos con los clientes, estos se han dado cuenta de que la limpieza es crucial cuando hasta ahora lo entendían como un gasto necesario.
Muchos se han dado cuenta de que tenían que modernizar su sistema, que tenían que empezar a introducir la limpieza y desinfección en un solo paso, tenían que prescindir de los productos químicos de mantenimiento por los peligros de los biofilms que dejan como residual, y se han pasado a la limpieza con agua ionizada no solo por motivos de ahorro, sino principalmente para evitar los efectos nocivos para la salud de los productos químicos.En dos meses en el sentido de la modernización de los sistemas de limpieza se ha avanzado más que en los dos últimos años.
Ha habido efectos negativos de limpiadores que se han visto obligados a arriesgarse o que no podían ir a trabajar porque no había transporte, industrias paradas y como consecuencia nada para limpiar.
EN POSITIVO QUEDARÁ UNA MAYOR CONCIENCIA SOBRE LA LIMPIEZA E HIGIENE, LA PALABRA HIGIENE ACOMPAÑARÁ SIEMPRE A LA PALABRA LIMPIEZA